Lo que a priori parecía un blanco fácil para tres atracadores, terminó en sorpresa y de las buenas. Cuando unos asaltantes vieron a un joven y solitario estudiante de medicina sentado en el tren a altas horas de la noche, vieron la luz. Le siguieron fuera del tren, por la calle Bringelly, en el barrio de Kingswood, al este de Sydney.
Los tres hombres le pidieron la cartera y, cuando este se negó, comenzaron a pegarle. Lo que no se esperaban ni los atracadores ni el joven alemán de 27 años es que hicieran aparición un grupo de ninjas para defender a la víctima.
Para mala fortuna de los asaltantes, la paliza se estaba produciendo en un callejón cercano a la escuela Ninja Senshi Ryu, según informa el Sydney Morning Herald. Y todo gracias a que uno de los profesores vio el ataque y avisó a los estudiantes que, ataviados con la vestimenta ninja, acudieron a enfrentarse a los atracadores.
Que no les extrañe a los que me conocen que semejante suceso me haya resultado tan destacable. Que esto ocurriera en algún lugar de Japón creo que habría sido más que probable, pero que ocurriera en Sidney es del todo sorprendente y casual, totalmente digno de esas pelis ochenteras que tantas veces hemos alquilado de muchachuelos en los casi extintos videoclubs. ¡Menuda suerte tuvo ese estudiante alemán!. Una buena historia, con héroes y final feliz, que contar a los amigos y a los nietos.
Au!.