miércoles, 17 de marzo de 2010

Lunes en blanco.


Me tomo la licencia de titular este post de la misma forma en la que lo hace el amigo Plissken (y de decir "lunes" cuando estamos ya a miércoles) porque así es como verdaderamente me siento a día de hoy.

Señoras y Señores: El domingo me echaron del restaurante donde hacía un mes que había empezado. Sin más.

Cuesta creer como puede cambiar la perspectiva de un día cualquiera en el que te levantas dispuesto a currar para al día siguiente disfrutar de dos días libres y terminar la dura jornada con la desconcertante noticia de que te acaban de echar a la calle.

¿Motivos?: Según ellos no es que haya hecho nada mal; las cámaras nunca habían estado tan ordenadas y limpias, que me organizaba bastante bien, que en el trato personal soy impecable y que les sabe mal todo los problemas que me hayan podido causar por el hecho de tener que trasladarme hasta la localidad donde está el restaurante... pero que me largan. En ningún momento lo vi venir.

El miércoles hablaron conmigo para hacer balance de mis primeras semanas allí. Se mencionó el tema de que debía intentar organizarme mejor para poder llegar a hacer todas las cosas que demandaba el cuarto frío del restaurante, pero que de momento no era algo que les preocupara demasiado por que entendían que eran bastantes recetas y trabajo, que era cuestión de acostumbrarme. Después de oír esto, pues bueno, me quedé tranquilo. De hecho pensé que realmente estaba haciéndolo bien.

Ahora bien, el domingo, mientras me despedían, me dicen que hacía ya tres días que lo tenían pensado... Haced cuentas: El miércoles me dan la charla y el viernes deciden largarme. ¿Qué margen de tiempo de reacción he tenido?. No sé. Para mi fallan cosas y todo me parece una patraña disfrazada con una máscara de buen rollo y legalidad. En el mismo momento que me despedían estaban los papeles y el finiquito encima de la mesa. Una cosa muy fría al fin y al cabo.

En un principio me ofrecían un contrato de prueba de tres meses, luego el que se me hizo fue de dos meses. Finalmente, y como he podido comprobar, con los contratos de prueba te pueden echar cuando les venga en gana y sin avisar y después de tragarme todo el curro del fin de semana y evitar que los dejara colgados. Jugada perfecta. Chapeau, señores!.

Para que os hagáis una idea del trabajo que debía hacer (no intento justificarme, es posible que sí, que realmente sea un paquete en la cocina y que estos últimos años quizás he estado demasiado cómodo) os cuento: Elaborar tanto los postres de la cafetería como los del restaurante; tiramisú, tarta de queso, mousse de chocolate, flanes de huevo, café, chocolate y almendra, tartitas de manzana, manzanas al horno, calabaza al horno, cocas de aceite, torrijas y pastel de calatrava (creo que no me dejo ninguno) todos ellos con sus correspondientes salsitas o cremas aparte de los "petit four" que se sirven en los cafés del restaurante y nada de ir a compra el bizcocho a la panadería de al lado, todo es casero; porcionar y preparar tablas de queso para el restaurante, preparar las ensaladas del menú de cafetería y emplatar los aperitivos fríos y postres de ambos locales en la hora de servicio; mantener ordenadas y limpias las cámaras frigoríficas además de arreglar en ellos las frutas, verduras y hortalizas que llegaban durante la semana; limpiar pescados, kilos de mejillones y todo tipo de cefalópodos (sepias, pulpos, calamares); cortar el fiambre para los bocadillos y preparar los platos de adobos y encurtidos de la cafetería; finalmente (y todo un clásico) dejar en la cámara patatas y cebollas peladas y listas para usar. Se supone que todos los días debería hacer un poco (y mucho) de todo esto. Sinceramente yo veo demasiado trabajo para una sola persona y en un principio me dijeron que siempre habría alguien ayudándome.

¿Qué es lo que ha pasado?. Ni idea. Puedo hacerme de mala sangre y empezar a elucubrar al respecto como por ejemplo, cosas que se me han ocurrido: Una de ellas sería que formara parte de una prueba para ver si teniendo a un empleado en el cuarto frío cobrando un sueldo decente podrían sacarse toda la faena que se reparten seis personas en estos momentos. Otra de ellas podría ser que haya aparecido algún "hijo de fulanito o menganito", muy conocido en el pueblo, o algún amiguete o familiar, o simplemente alguien con mayores aptitudes que necesite el trabajo ya mismo. Una tercera posibilidad sería que hayan pensado que es mejor contratar a dos personas (en plan machaca) y pagarles medio sueldo a cada una. O que con el relativo chollo de la recién otorgada estrella michelín les lluevan alumnos de las escuela de hostelería de turno interesados en hacer prácticas por una cantidad ínfima de jornal.

Como les dije a mis ex-jefes, espero que encuentren la persona que les solucione la papeleta y les saque todo ese volumen de trabajo y encima que rinda de la forma en la que desean en menos de un mes. Si es así, sería de los primeros en pillarme una silla y palomitas para ver semejante espectáculo de trabajador. De verdad. ¿Quien no?.

Me produce un extraño desazón, una mezcla de tristeza, rabia e impotencia el hecho de que me hayan despedido de un sitio en el que me sentía a gusto, contento y en el que parecía que me estaba adaptando bien... Sea como sea, da igual lo que piense ahora (ni lo que pensaba en su momento, tampoco se me dio mucha oportunidad de opinar en contra de mi despido). El caso es que ahora estoy bastante perdido, con la carta que podéis leer arriba de estas líneas entre mis manos y que me hace recapacitar en si realmente sirvo para estar en una cocina "seria" o si durante estos años me he dedicado a jugar a las "cocinitas". La verdad es que ahora mismo no me apetece acercarme ni a los fogones de mi casa.

Me apetece cambiar de registro, pero no veo hacia donde encaminarme. Tendré que tomarme un tiempo para asentar ideas y revisar mis posibilidades.

Siento mucho utilizar mi blog como paño de lágrimas, pero vuestros comentarios, palabras de apoyo, ideas y chascarrillos me sirven de mucho en estos momentos. Por mi parte no caerán en saco rato. Gracias de antemano!.

Au!.

martes, 2 de marzo de 2010

Solucionado el problema de la PS3.

Finalmente el error 8001050F ha sido solucionado... Y resulta que la cosa se ha arreglado sola O_o¡


Según El otro lado: "Muchos usuarios nos han avisado que poco después de la media noche sus PS3 han vuelto a funcionar correctamente, aunque en algunos casos pueden haberse perdido trofeos. Los pasos recomendados son actualizar la fecha de la consola y sincronizar los trofeos tras jugar un rato a los juegos afectados".

En Elpais.com podéis encontrar información un poco más detallado sobre la resolución del fallo. Supongo que la sangre no habrá llegado al río finalmente y el asunto quedará en los anales videojueguiles a modo de leyenda urbana y nueva mofa del sector. Mejor así...

Au!. A jugar todo el mundo!.

lunes, 1 de marzo de 2010

ATENCIÓN: NO CONECTÉIS VUESTRAS PLAYSTATION3!!.


No es coña!. Si lleváis unos días sin conectar vuestras PS3, ni se os ocurra!. Cuando digo conectar no me refiero a conectarla a internet, si no simplemente darle al botón de encendido, mucho ojo!!. Las versiones "Flat", es decir el modelo anterior, están sufriendo un fallo en el reloj interno de la consola que inutilizan ciertas funciones, elimina partidas, hace desaparecer TODOS los trofeos y a saber qué más!. En la página oficial de Sony aún no han dicho ni papa. Esperad un poco para ver si sacan algún parche o algo que solucione esta putada.

Para más información pinchad aquí.

A mi no me pasado, pero a un amigo mío sí, y que conste que he sido testigo.

Au!.

UPDATE:
Parece ser que el problema viene dado por la inexistencia del día 29 de febrero en el reloj de la consola... Vamos: Os acordáis del "efecto 2000"?. Pues eso. Mas info aquí y mientras no esté la cosa clara la consola quietecita...